“Hicimos un pacto con Dios: él no hace zapatos, y nosotros no hacemos milagros” se lee en la entrada de Calzados Correa, una de las últimas zapaterías que hacen zapatos totalmente a mano y a medida desde hace 66 años. Presidentes, grandes empresarios, artistas y miembros de la realeza asiática y árabe sacan turnos para poder tenerlos.
“For men's shoes she likes Calzados Correa, where a sign says, "If you want to shine in life, begin with your shoes." The cobbler started as a storefront in 1955; eventually, says co-owner Dany Correa as he leads us through rooms where craftsmen devote themselves to details, "the workshop and factory ate the house." Correa's shop makes only eight pairs of "eternal shoes" a day.”
The cobblers that time forgot. Three generations of them work in a shoebox-size store that’s crammed with samples, boxes, and display cases of vintage tools. Waiting for them to custom stain a pair of wingtips (one of the classic styles they make in prêt-à-porter or Bespoke) was like passing time in an old-fashioned men’s club, as a steady stream of young, old , trendy and conservative Porteños stopped in to shoot the breeze and pick up their orders.
Encontrar zapatos artesanales, hechos a medida y de calidad, hoy es todo un desafío, pero en el corazón de la Capital la empresa familiar Correa, desde los años 50, trabaja en el rubro, manteniendo una destacada y elegante cartera de clientes.
Aquellos amantes del buen vestir y de la elegancia, al arribar al local ubicado en Mario Bravo al 700, no dejan de sorprenderse al descubrir el tratamiento y la confección íntegramente manual y personalizada en el calzado.